¿Cómo nos gusta realmente vivir la sexualidad a las mujeres?
Yo con 25 años decidí ser la «mejor» así que veía al resto de mujeres como una amenaza por un lado y por otro complacer a los hombres era mi objetivo. Y yo, ¿Qué lugar ocupaba en mis relaciones sexuales?
Esta decisión es una entre muchas otras posibles.
Las mujeres que ahora tienen alrededor de 70 años, vivieron el comienzo de la liberación sexual de la mujer. la mujer tenía derecho a disfrutar del sexo sin ser tachada de «puta».
Para encontrar equilibrio después de vivir una actitud represiva, es preciso explorar la otra polaridad.
Estamos hablando de sexo y en aquella época, el sexo era privativo del hombre, era un atributo masculino, tanto era así, que estaba mal visto decir no a una propuesta sexual femenina. Tenían permiso para ser «débiles» y caer en la tentación.
Lo valorado en la mujer era lo contrario, guardar y proteger su virginidad y sexualidad como un valor.
La prostitución, revistas pornográficas, videos, películas porno etc. estaban al servicio de la sexualidad masculina.
Las mujeres en su lucha por la igualdad, han adquirido este modelo sexual como ideal para vivir una satisfacción plena en las relaciones sexuales. En este momento para no ser unas «estrechas»
Quiero deciros que cuando la mujer vive la sexualidad de esta manera, lo realiza desde su energía masculina.
Resumiendo: hemos pasado de ser pasivas y complacientes sin disfrutar y sin orgasmos a vivir una sexualidad masculina.
Nuestro planeta y la humanidad precisa de valorar la energía femenina de la misma manera que la energía masculina. Es el paso evolutivo que comienza a suceder.
¿Cómo sería la sexualidad de la mujer desde su energía femenina?
Esta posibilidad es beneficiosa para mujeres y para hombres también.
La sexualidad femenina comienza desde una experiencia en el corazón, esto la coloca completamente en su energía femenina y sensibilidad. Esta experiencia para un hombre es profunda y poderosa.
El corazón guía la vivencia sexual que engloba a toda la mujer. Cuando el corazón se abre en contacto con el hombre, de forma natural esa energía baja a la vulva llenándola de excitación y de sangre. La mujer se siente plenamente presente ante el hombre, confía y se manifiesta abierta a la experiencia.
La energía así movilizada será la que guíe el encuentro sexual. No es la mente ni el recuerdo de otros encuentros.
Es un momento nuevo mágico por esa razón, nadie sabe lo que va a suceder hoy.
El estado de presencia y no control permite que la energía vaya creciendo y expandiéndose momento a momento.
Cuando lo que hago lo guía el corazón, permito que la energía sexual del hombre que comienza en su zona genital, ascienda a su corazón y así nos podamos sincronizar.
Esta nueva sexualidad beneficia a la mujer y al hombre.
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