HOY QUE SIENTO A LA HUMANIDAD COMO MI FAMILIA QUIERO PEDIR PERDON POR MIS ERRORES

23 de abril 2020

Estamos sintiendo como la experiencia de confinamiento nos está uniendo a la humanidad en su conjunto, nos hemos puesto todos de acuerdo en algo.

Ya hace unos dos años que sentí que si quería avanzar en mi proceso de apertura del corazón necesitaba derribar algunas barreras mantenidas con creencias limitantes a nivel  cultural, religioso y racial.

Cada raza, cada cultura le tenia asignado un condicionamiento despectivo, árabes, africanos, latinos, asiáticos, indios, musulmanes…

Un día decidí que quería conocer a las gentes del mundo, observar y experimentar por mi misma como son realmente.

la experiencia está siendo muy enriquecedora. Se está despertando en mi el interés de conocer más y más las culturas, viajar y conocer personalmente a sus gentes, costumbres, valores y sentimientos.

Tengo amigos en Nepal, Perú, India, Marruecos y Senegal, mi pareja es de Senegal también.

Mi corazón abierto a lo nuevo absorbe el sentir de los corazones del mundo, los escucho sin barreras, sin miedo, desde el corazón.

Me doy cuenta de las injusticias sociales que se han cometido históricamente y se continúan realizando.

La omnipotencia de unos, la rabia y sumisión por miedo de otros.

Cuando se mira desde el corazón no existe el miedo y cuando no hay miedo puedo hacerme responsable de mi vida, de mi historia y de la historia de mi cultura, porque desde el miedo, rabia e inconsciencia es desde donde nos hacemos daño a nosotros mismos y luego al resto de personas y a la humanidad al completo.

Con todo esto me atrevo a decir que la única manera de resolver nuestras diferencias y vivir en paz, es echar una mirada al mundo desde el corazón, y es desde ahí que quizás ejerzamos verdadera JUSTICIA, la justicia del corazón.

La justicia del corazón comienza por el PERDÓN. 

Hoy quiero pedir PERDÓN

En mi nombre, en nombre de todas las personas occidentales, blancas de piel, que toman el camino del corazón.

Pido perdón a  Africanos, América Latina, India, a todas esas personas a las que les llamamos del 3ª mundo o en vias de desarrollo, porque todavía «no son como nosotros», por esclavizarlos, colonizarlos, someterlos, despreciarlos, humillarlos, rechazarlo,  por robarles y ejercer el poder del dinero sobre ellos.

Pido perdón desde lo más profundo de mi corazón.

Sara Buján